Descubre como lograr tus agudos sin esfuerzo

“La mezcla”, “La unión”, “La voz media”, “La voz del paso”. Todos los que estudiamos canto y técnica vocal habremos escuchado hablar sobre esto. La voz mixta ¿Qué es? ¿Cómo se genera? Vamos a plantear distintos conceptos sobre la voz mixta y vamos a intentar deducir cuál es la forma más clara de comprender que es lo que quieren decir cuando mencionan este tipo de sonido. 
Para poder entender cómo se genera la voz mixta, hay que familiarizarse con los conceptos que generalmente son utilizados por profesores de canto en sus clases. Conceptos que datan de muchísimos años y que vienen siendo utilizados de generación en generación. ¿Cuáles son esos conceptos con los que vamos a tener que amigarnos? Son 2 muy particulares. «Voz de pecho» y «Voz de cabeza». Claramente dos de los términos más frecuentes y que más dan que hablar en el mundo de la técnica vocal.

Título 01

¿Qué es la voz de pecho? 
Se conoce de esta forma a un tipo de sonido muy similar a la voz hablada. Un sonido donde nuestros pliegues vocales (cuerdas vocales vulgarmente llamadas)- están vibrando con más masa muscular, y por ende, están más cortos, y vibran más lento. Dependiendo de la corriente del canto que vengamos, se va a conocer a este sonido de distintas maneras. «Mecanismo uno», «Pliegue grueso», «Registro fuerte», «Voz modal», «Voz entera», «Voz natural», entre otros. Se suele decir que en esta zona de la voz, las vibraciones se sienten en la zona del pecho, de ahí la denominación «voz de pecho». 
¿Qué es la voz de cabeza?
Al contrario de la voz de pecho, a la voz de cabeza se la identifica por aparecer en la zona aguda de la voz. En líneas generales, esta área dentro de nuestro rango suele ser mucho más delgada y menos densa que en la voz de pecho. En esta coordinación, los pliegues vocales se hacen más delgados, y mayormente la membrana de mucosa que los recubre es lo que va a estar vibrando. La vibración de los pliegues vocales en esta coordinación es mucho más veloz y prácticamente imperceptible para el ojo humano. Muchos de los términos con los que se conoce a este sonido son: «Mecanismo 2», «Registro débil», «Voz liviana», «Pliegue Fino», “Falsete», etc. Este término causa muchísima controversia ya que es confundido con la calidad vocal denominada «Falsete». Entre ambos mecanismos hay grandes diferencias a nivel de compresión cordal, siendo el falsete una coordinación que carece de un cierre completo de los pliegues vocales. 
Ahora… ¿Cómo definimos a la voz mixta? 
Habiendo repasado los 2 conceptos que se relacionan muy frecuentemente con la voz mixta, vamos a ver cómo se genera esta cualidad sonora. 
La mayoría de escuelas y métodos de canto, relacionan a la voz mixta como algo que aparece entre medio de la voz de pecho y la voz de cabeza. Pero… ¿Que hay realmente entre medio de dos distintos de tipos de fuerzas laringeas? 
Cuando nosotros ascendemos o descendemos dentro de nuestro rango vocal, vamos a notar que hay un punto en el medio donde nuestra voz se desestabiliza, pierde fuerza, pierde volumen, e incluso se llega a quebrar. Este punto se lo conoce como ‘Zona di passaggio’ o (zona de pasaje). Esta área en nuestra voz no hay nada más que un cambio de masa de los pliegues vocales al pasar de actividad tiroaritenoidea a cricoaritenoidea. Es decir, cuando pasamos de un pliegue vocal más grueso a un pliegue vocal más fino, o de un pliegue vocal más fino a uno más grueso. Sabiendo lo que ocurre a nivel fisiológico, podemos deducir que en el medio, no hay ninguna coordinación en particular, solo encontramos un cambio muscular. En el medio de los dos mecanismos anteriormente mencionados no hay ninguna voz mixta. Cantar con un rango «conectado», sin inconsistencias y sin quiebres en el medio, no automáticamente condiciona a la voz a cantar con un efecto sonoro de «mezcla». Solo significa que hay un cambio de masa no brusco de tus pliegues vocales, pero no que no lo haya. 
Pero entonces, ¿Cómo hacemos voz mixta?
Para dar una respuesta rápida, podemos limitarnos a creer que todo es una mezcla, ya que en realidad, todo lo que estamos generando al momento de cantar se produce gracias a múltiples movimientos a la vez dentro de nuestro aparato fonador. 
Si nos ponemos en plan de definir el efecto sonoro de una mezcla entre los 2 mecanismos principales de nuestra voz, podemos empezar a agaregar y quitar cosas para encontrarlo. ¿Agregar qué? Vamos a invitar al resto de calidades vocales a la fiesta, y las vamos a combinar de distintas formas para crear nuestra mezcla ideal. La mezcla va a ocurrir siempre dentro de un mecanismo o el otro (voz de pecho o voz de cabeza). Lo que tenemos que hacer para lograrla es combinar la predominancia de distintos movimientos, pero siempre teniendo en cuenta que de base va a haber o voz de pecho o voz de cabeza, nada más ni nada menos. La mezcla que elijamos puede tener distintas variantes, dependiendo de lo que busquemos. 
¿Cómo logro localizar la «mezcla» ideal? 
Teniendo en cuenta las obvias razones que envuelven cantar distintos estilos, plantearemos algunas bases por donde empezar a experimentar con nuestro sonido e ir regulando nuestra «mezcla». Para encontrar rápidamente este efecto, vamos a tener que olvidarnos de los sonidos «lindos». Buscar un sonido estético mientras se entrena no es lo adecuado, ya que justamente lo que estás haciendo es descubrir distintas posibilidades dentro de tu voz. Por eso, para empezar a encontrar una mezcla de alguna manera, lo más usual es acceder a sonidos muy extremos y marcados, e ir regulándolos a medida que sean combinados con distintos movimientos y sensaciones. El maullido de un gato por ejemplo, el llanto del bebe, la risa de una bruja, el chirrido de una puerta.. son sonidos muy marcados que pueden utilizarse como pivot para empezar a experimentar con una cualidad de mezcla. A esos sonidos tan marcados una vez dominados se le pueden agregar otros sonidos y movimientos. Así como un llanto, una risa, o un llamado! Son algunas de las alternativas para poder empezar a regular los sonidos de prueba anteriormente mencionados y empezar a encontrar una «mezcla». 
Conclusión. 
Entrena, entrena, y entrena! No es necesario preocuparse mucho de lo que se hace, sino de cómo se hace, y que eso que se esté haciendo no ponga en riesgo la salud vocal. Si te duele, te pica, o te molesta, es tiempo de parar. Nunca se negocia con la salud. Recuerden que el guitarrista puede cambiar las cuerdas de su guitarra, pero nosotros no podemos cambiar nuestra laringe y ponernos una nueva. Saludos vocales! Hasta la próxima entrada.

 

 

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Ver Política de cookies
Privacidad